Historia de Éfeso

Historia de Éfeso

Historia de Éfeso: Del mito a la gloria y el declive

Éfeso, una de las ciudades más icónicas de la antigüedad, tiene una historia fascinante que combina mitos fundacionales, períodos de esplendor bajo diferentes civilizaciones y un eventual declive que la dejó en ruinas. A continuación, exploramos su rica historia, desde sus orígenes legendarios hasta su papel como uno de los centros más importantes del cristianismo primitivo y su caída en el olvido.

Mitos fundacionales: El pez, el jabalí y las amazonas

Según los historiadores antiguos, el mito de la fundación de Éfeso se remonta a tiempos anteriores a la colonización jónica. Uno de los relatos más populares involucra a Androcles, hijo del rey de Atenas, quien consultó al oráculo sobre dónde establecer un nuevo asentamiento. El oráculo respondió que lo haría «donde se indicara con un pez y un jabalí».

Al llegar a Anatolia, los colonos de Androcles acamparon en un claro. Según la leyenda, mientras cocinaban un pez, las chispas de la sartén asustaron a un jabalí que huyó al bosque. Recordando las palabras del oráculo, decidieron fundar su nueva ciudad allí.

Otros relatos sugieren que la ciudad fue establecida por las amazonas, una raza de guerreras supuestamente hijas de Ares. Según el mito, estas mujeres interactuaban con los hombres únicamente para la guerra o la procreación y fueron participantes activas en eventos históricos como la Guerra de Troya.

Las cuatro Éfeso: Una ciudad que cambió de lugar

Éfeso no siempre estuvo en el mismo lugar. A lo largo de los siglos, la ciudad cambió de ubicación varias veces debido a problemas ambientales y cambios de poder.

Éfeso I

La primera Éfeso se encontraba en Ayasuluk Tepesi (Colina de Ayasuluk), donde los antiguos habitantes rendían culto a la Gran Madre Tierra (Cibeles), atrayendo peregrinos y nuevos pobladores.

Éfeso II

Posteriormente, la ciudad fue trasladada a la ladera norte del Panayir Dagi (Monte Pion). En esta etapa, Éfeso estuvo bajo el control de los lidios y, más tarde, de los persas. En el 334 a.C., Alejandro Magno conquistó la región.

Éfeso III

En el siglo IV a.C., los problemas con el puerto llevaron a un nuevo traslado de la ciudad, esta vez entre Panayir Dagi y Bulbul Dag (Monte Coressus). Durante esta etapa, Éfeso alcanzó su apogeo bajo el dominio romano, convirtiéndose en la capital de Asia Menor.

Éfeso IV

El declive del puerto y las incursiones árabes llevaron a un último traslado a Ayasuluk, donde la ciudad eventualmente perdió su importancia y quedó en ruinas.

El Templo de Artemisa: Una maravilla del mundo antiguo

El Templo de Artemisa, o Artemision, fue una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Construido en el siglo VI a.C., este impresionante templo de estilo jónico contaba con 127 columnas de 19 metros de altura cada una. Fue destruido por Eróstrato en 356 a.C., quien lo incendió para ganar notoriedad.

Aunque Alejandro Magno ofreció financiar su reconstrucción, los efesios rechazaron su oferta. El segundo templo fue finalmente construido en la misma planta, pero con características más simples. Sin embargo, fue destruido nuevamente en el año 262 por los godos, y con la llegada del cristianismo perdió su relevancia.

Éfeso y el cristianismo

Éfeso desempeñó un papel crucial en los primeros años del cristianismo. El apóstol Pablo pasó más de dos años en la ciudad durante su tercer viaje misionero, hasta que una revuelta lo obligó a partir. También se cree que el apóstol Juan vivió en Éfeso y escribió el Apocalipsis mientras estaba exiliado en la isla de Patmos.

En el año 431, Éfeso fue sede del tercer concilio ecuménico, donde se debatió y confirmó la naturaleza divina y humana de Cristo, así como la veneración a la Virgen María como Madre de Dios.

Éfeso en el Apocalipsis: Una de las siete iglesias

Éfeso es mencionada en el Apocalipsis como una de las «Siete Iglesias de Asia». Estas iglesias representaban congregaciones cristianas activas en Anatolia, y la carta dirigida a Éfeso elogia su dedicación mientras critica su pérdida de fervor espiritual.

El declive de Éfeso: Del esplendor al abandono

Durante el período bizantino, Éfeso se mantuvo como un importante centro comercial y cultural. Sin embargo, un terremoto en el año 614 y la continua sedimentación del puerto marcaron el inicio de su declive. La pérdida del acceso al mar debilitó su economía, y las incursiones árabes aceleraron su abandono.

En el siglo XIV, los otomanos incorporaron Éfeso a su imperio, pero la ciudad nunca recuperó su antigua gloria. En el siglo XV, fue completamente abandonada, dejando un legado de ruinas que hoy atraen a millones de visitantes de todo el mundo.

Conclusión

Éfeso es un testimonio vivo de la historia antigua, desde sus mitos fundacionales hasta su papel en el cristianismo primitivo y su eventual declive. Cada piedra de sus ruinas cuenta una historia, haciendo de este sitio un destino imprescindible para cualquier amante de la historia y la arqueología.

9 comentarios en «Historia de Éfeso»

  1. Estimado Amilcar,

    Después que nuestro señor Jesús ascendiera a los cielos, la historia registra que la Virgen María se quedó en Jerusalén durante 3 años, ella estuvo por Betania y posterior 9 años después, registró que estuvo por las cercanías de Éfeso (Turquía). En este lugar, ella vivió sus últimos años de vida. La Virgen María falleció a los 63 años de edad, convirtiendo el lugar donde habitó en un espacio santo para los cristianos. Hoy lleva como nombre “la capilla de la Panaya Kapuli o Kaulu” que en turco significa “Capilla de la toda pura María”.

    Cuando se indagó más sobre la vida de la Virgen María y lo que hizo en sus últimos años, 2 sacerdotes franceses Henry Jung y Eugène Poulin de la congregación lazarista se vieron obligados a profundizar ante la insistencia de la madre superiora del convento Hermanas de la Caridad ,Sor Marie de Mandat-Grancey, por las diversas visiones que tuvo una mística alemana, la Beata Anna Katharina Emmerick (1774-1824), Ella recibió visiones constantes de la vida pública de Jesús y de la Virgen que luego fue recolectada y publicado después de su muerte por el escritor alemán Clemens Brentano. Esta religiosa alemana Katharina Emmerick fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 23 de octubre de 2004, en su lecho de muerte, en una ciudad de Westfalia.

    Es entonces que estos 2 sacerdotes tras mucho trabajo de indagación y esfuerzo, encontraron las ruinas de la casa de la Virgen María basándose en las visiones que describía Emmerick, daba la impresión que había sido utilizada como Capilla.

    Como resultado de este descubrimiento, la primera peregrinación a la casa de la Virgen María fue en 1896, después de cinco años de descubrirlo, luego llegaron más congregaciones del extranjero y, por lo tanto, en 1950, el Vaticano de Roma definió el dogma de la Asunción de María por el papa Pío XII. Desde entonces, el número de turistas y peregrinos ha aumentado cada año.

    El Papa Juan Pablo II llego a Éfeso en dos oportunidades, primero el 26 de Julio de 1967, escoltado por su congregación y por toda la multitud que aguardaba afuera. Aquí el Papa rezo durante un largo tiempo frente del altar, encendiendo una lámpara que el trajo por sí mismo para obsequiarla a las hermanas de la Caridad, quienes se encargaban del cuidado y mantenimiento del lugar Santo. Posteriormente visitó nuevamente la casa de la Virgen María el 30 de noviembre de 1979 tras su visita a Ankara.

    Otro de los papas que visitó la casa de la Virgen María fué el Papa Benedicto XVI quién llegó a Éfeso el 29 de noviembre de 2006.

    Saludos Cordiales

    Ari

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    • Solo como un comentario crítico pero bien intencionado, la iglesia debe de clasificar y documentar el imaginario popular y la Palabra con la historia.
      He escuchado muchas historias de feligreses que quieren sentir los clavos que le hicieron a Jesucristo e imaginar visiones de acontecimientos ocultos por la historia escrita y asi crear una historia mística y mitológica. No necesitamos eso los cristianos.
      La Palabra y el testimonio verificado ha sido mas que suficiente. con amor.

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  2. Cuando mi hermano Luis (RIP) y yo visitamos Éfeso no vimos ninguna señal que indicara que la Virgen María había recibido a san Pablo en la casa de san Juan evangelista. Pero creo que por las fechas de ambos en Éfeso, forzosamente se conocieron y a san Pablo, por alguna razón muy especial, no le pareció correcto mencionar a la Virgen María.
    +++

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  3. Excelente aportación ,yo creo a la biblia que es palabra de Dios fiel y verdadera de acuerdo contigo amigo ,todo lo que se dice en el comentario de arriba no es creible para nada,y si aun a pablo apostol no le parecio correcto mencionar a maria(no la virgen) porque entonces inventan estas historietas para engañar a la gente

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